lunes, 16 de abril de 2018

Mi río



















El curso de mi río da energía,
lo mismo digo del frondoso olivo.
Son mis dos acicates, mi motivo
los dos conservo en toda cercanía.


El recuerdo del río me absorbía,
desbordándome, mero y posesivo.
El olivo más serio asiente divo.
Aguardando el final y sin manía.


Ambos tienen virtud, quitan sed y hambre.
El curso baja pérfido y no engaña
la olivera demora el color fiambre


A mi río le llaman Matarraña
mi olivo espera mis restos, mi cumbre
en su calvario de sangre que empaña






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