martes, 13 de diciembre de 2016

Para tí es mi Felicitación Navideña.









Volvemos a estar de nuevo en las Navidades. Nos ha pasado volando el año 2016.
Ahora en su tramo final lo vemos cada cual desde nuestra perspectiva. Unos lo alabarán y el resto, los que han sufrido, lo denostarán. Así es la vida, y siempre se repiten las mismas constantes, los mismos misterios, las mismas razones. 
El 2016, según el horóscopo Chino es el año del Mono rojo de Fuego, realmente es muy interesante leer sobre estos vaticinios pero, para los occidentales, tan atareados en nuestras creencias, tan nerviosos para resolver de manera rápida nuestras exigencias, se nos hace difícil entenderlo.
Sencillo y cruel, exigente y decidido sin percibir su lento latir, nos va abandonando con su ritmo marcial severísimo. Marchándose, como el que no quiere la cosa. Sin ser advertido, cuando realmente a muchos de nosotros nos ha puesto a prueba y nos ha brindado momentos muy dolorosos, tristes y amargos. 
¡Amigos todos estamos en este valle de lágrimas! que diría el predicador de las Alpujarras. ¡Es bien verdad que la vida es así!, yéndonos a cada cual de una tesitura diferente. Muchos lo han disfrutado en su intensidad, saboreando todo el néctar que les ha dejado en el paladar, porque fue todo a pedir de boca, ellos lo recordaran sin duda como el bisiesto año diez y seis. 
Momentos que se disfrutaron con placer hasta la extenuación, siendo a la vez, como no podía ser de otra forma, alegres e inenarrables. Con estos nos quedamos, en nuestros recuerdos, sin dejarlos escapar __ piensan aquellos afortunados.
A la a otra parte, la que no fue tan dichosa, les bastó con recordar aquellos instantes imborrables, que dejaron huella y una sonrisa poco espléndida y un sabor agrio, al llegar los negros nubarrones de aquellos pasajes poco agradables y desgarradores, como son la pérdida de seres queridos, en el momento inesperado. 
De aquella enfermedad que se manifiesta en tu amigo, que te rompe el alma en añicos, padecimientos y frustraciones acaecidos a la gente próxima, a la que nos importa, y que la tenemos tan cerca. Gente, que queremos y sufrimos con ellos, aunque solo sea en el acompañamiento de nuestro afecto. 
A la vez que rezamos y luchamos con ellos en el deseo y en la fe, de conseguir aquella fuerza venida quizás desde el cielo, que unida a la ilusión y el arrojo, esperanzado, les haga retornar aquella salud que la enfermedad hipotecó.
No voy a ponerme trágico, ya que el mensaje que os quiero mandar es de ilusión y de alegría por tantos momentos que me habéis ayudado a traspasar esta anualidad consumida.
Un abrazo cariñoso de corazón recibiréis desde mi persona todos y cada uno de vosotros, ¡aunque estés lejos te llegará!

Como cada año, desde este balcón de sentimientos, os deseo se cumplan vuestras demandas y vuestras ilusiones. Lo mejor y lo más bonito, que os vaya pasando a medida que el año 2017 transcurra, que nunca os falte ese suspiro de alegría o de ilusión. 

La salud que os desborde sin miramientos y os haga disfrutar de lo más insignificante que imaginéis.
Teniendo para mí, como principal regalo del año 2017 que nos llama, conservar tu amistad y cariño, dentro de lo más profundo de mis pretensiones, y seguir contando con tu amistad. 

¡Sí! 
Contigo especialmente, lo sabes muy bien, porque aunque no lo demuestre, no lo publique, no os lo haga saber, os necesito.


Un fuerte abrazo y todo mi respeto.

Emilio






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