miércoles, 8 de junio de 2016

Paella con pulpo, y nudistas en Sitges


Otra reunión alrededor de una mesa larga y alrededor de una amplia sensación hermosa... con los amigos, para saborear y comentar todo aquello que nos venga en gana. Ya tocaba, el reunirnos en cualquier sitio y comer tan a gusto como solemos hacer. Aunque es bien verdad, que no hace más de tres semanas que hicimos otra en Cardona. En casa de Carmen y Paco, dos amigos, que son un primor.


¡Claro después está aquello de... ¡oiga y su figura! se van ensanchando las costuras y "contra" el médico va desenterrando motivos para aumentarte la pastillita del colesterol.



La hija de los amigos antes mencionados. Carmencita, nos preparó la reserva del restaurante, ella y David, su marido lo conocían de buena tinta y se habían sentado en muchas ocasiones en sus mesas para degustar aquello que nosotros queríamos, que no era otra cosa que una buena paella de marisco y un buen pulpo a la Gallega.


A todo esto no saben lo que allí pasó y por eso ando yo entre estas letras para poder explicarlo con pelos y señales, para que ustedes amigos sepan más y antes que nadie lo acontecido en el Rincón del Gallego, restaurante especializado en pescado, marisco y pulpo a la gallega. Un rincón que si no sabes donde está pues no lo imaginas, pero nosotros íbamos con plano y con recomendación de la mejor, si no la mejor una de las mejores comensales de este vasto y amplio territorio.



Saben ustedes aquello y ...después que nos echen salsa..., que dice la canción, o la otra de la pierna de cordero, y la sabrosa merluza a la vizcaína... pues nada de eso.  Son a fin de cuentas ¡Canciones populares! ¡Mejor y con cachondeito! Somos de buen yantar todos y veníamos para entrenarnos.






Salimos dos coches, desde el punto de partida, y otro que venía al mismo lugar y nos debíamos encontrar todos en ese rincón gallego que antes mencionaba. Al llegar los besos y los abrazos, de siempre y las típicas y tópicas preguntas, que no cambian jamás, a pesar de habernos visto hace media hora. Comprueben la veracidad de lo que escribo:




_ ¿Como estan los hijos e hijas?
_ ¡Ay que ver, como crecen!
_ ¡Mira están de fin de semana!
_ ¡Que bien se lo montan!





Las respuestas quizás no debería ni imprimirlas, porque sería rizar ese rizo que tienes ya comenzando a erizarse entre tu hermosa melena _ le diría el Conde Drácula a la criada hermosa, antes de penetrarla con sus afilados dientes, en su cuello lozano y rotundo.




Un auto seguía al otro, y llegaron al punto, allí estaba el tercero. No fue difícil la travesía, por la autopista hasta Sitges, y allí aparcamos. La noticia era que otro de los amigos, José Maria y Rafi, que venían desde la propia ciudad, se habían perdido y que llegarían un poco mas tarde. Los más hambrientos, mandaron un whatsApp a su estómago para comprobar subliminalmente, si aguantarían la espera, suponiendo que ellos, se llegaran a retrasar tanto.
Mientras el resto nos fuimos a dar un paseo por la vera de la playa, ¡Mire usted por donde!


Nos dimos de bruces con un sector que estaba utilizado como playa de Nudistas. ¡Vaya tela! Yo no digo nada, pero a mas de uno se le iba la mirada allí dónde el puntero reflejaba. 
Llegó el silencio total y sepulcral, todos, o casi todos hicieron mutis por el foro. Observando aquellos cuerpos que en pelota picada, no estaban tan alejados, tan desnudos y tan..., bueno había de todos los gustos, de todas las tallas y de todas las edades.
Risitas de las señoras cuando se miraban a los allí enseñantes de culitos bravos y de mininas descosidas, arrugadillas y desconfiadas. Quizás no era el momento de observarlas en su plenitud, pero bueno allí estaban a la vista del mirón.



Pues no digamos, los señores..., que imágenes sin flash, hechas desde las pupilas cansinas. No diré nada, ...porque después todo se sabe, pero hubo alguien al que se le cortó la respiración, y tuvimos que darle una patadita de cariño por detrás, ( en el tobillo) " al descuido con cuidado" para que reaccionara. Se estaba jugando la discusión con su señora esposa, que desde unos metros divisaba toda la panorámica sin necesidad de gran angular.






En verdad, espectáculo en la playa. 
Preciosas imágenes vistas porque no decirlo, atrayentes,  dibujos eróticos reaccionando por nuestras seseras, valentías insoslayables por tener ese atrevimiento en mostrar cuerpos que deberían estar tapados, o casi ocultos. _ respetando a todo el mundo_ pero a la par, vistas de quebradas inexplicables, de caídas del plexo corporal, pieles escamosas, que bajo el sol, sufrían al pasar de blancas a rojas con la ayuda de las cremas superiores al numero 50. Una sensación de libertad que me pareció aceptable, dados los tiempos que vivimos.


Llegamos exhaustos al restaurante, y la mesa lucía desde la esquina del local, algunos, ya sabemos lo que es la próstata, hubieron de ir a evacuar, y lavarse las manitas, y pronto todos degustando del placer de una buena cocina, puesta al abasto de amigos que siempre llegan a una risa, a una mirada a un compromiso, una gente que vale la pena estar con ellos y te ayudan a lidiar una vez esta solo, con lo cotidiano de nuestra soledad.































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