Nueva entrega :
Demetria
que no se entere
_ Ya te insinué en el transcurso del “Meneo” de la presentación,
o como queráis denominarlo: espectáculo_ matizó la señora alcaldesa, con mucho
garbo, reflejando su osadía y apostillando: Claro, todo tiene un calificativo y
más vosotros los españoles, que a todo le sacáis chanza. Sin embargo aquí todo
el que intenta introducirse comercialmente ha de pagar el peaje acostumbrado, o
es que ¿Creías que lo que pedía era broma? Es lo que has de firmar para
llevarte lo que pretendes ¡No más! Te
vuelvo a repetir para que quede claro_ siguió diciendo_ Viaje a Zaragoza, para
mí y para mi séquito, contando como es
natural e imperativo los viajes y dispendios de Molondra.
Estancia de un mes a todo confort en la mejor suite, guía para
acompañamiento, reservas para teatros, salas de fiesta y diversiones, con los
correspondientes agasajos, aplausos y reconocimientos en diversos actos y foros
de la ciudad, dando repercusión en los medios de comunicación generales y sobre
todo en las emisoras de televisión que surcan vuestra fronteras y llegan a
todas partes.
_ ¿A cambio de? _ dijo Natalio absoluto y sin contemplaciones
_ Instalaciones del Gobierno Civil, en las estructuras de los
Conventos y Hoteles de la firma Holliday, Hospitales y cines de la capital,
colegios, universidades y delegaciones y oficinas gubernamentales de todas las
regiones de mi país. Un completo y jugoso negocio para tu empresa, de la cual
usted se llevará cuantiosos y pingues beneficios ¿No es cierto? Mi Natalio
querido. Teniendo en cuenta y dejándolo bien preciso que en esos contratos el
dos por cien, irá debidamente blindado a una cuenta de Suiza, que personalmente
le indicaré.
_ Lo procesaré_ asintió Natalio_
y lo expondré en la dirección general de mi compañía, y supongo que no ha de
haber problema alguno, para llegar a un acuerdo efectivo.
_ ¿Qué te sirve Molondra en la copa mi amor? _ preguntó la
alcaldesa, a un pensativo y calculador Natalio.
_ Un Armañac, por favor con un poco de hielo_ respondió el delegado
_ ¡No! Acá esos gustos tan refinados y afrancesados no los tenemos.
Ha de ser ron Flor de Caña, el centenario. El mejor del mundo. O la caca que
tomáis ustedes en la Hispania. Marcas muy reconocidas pero sin calidad, ni
gusto
_ Sea el ron… pues _ dijo Natalio sin puta gracia, de seguir
allí con la política adonis y su Molondra. Perdiendo su tiempo))
Volvió en sí, recobró la consciencia de una vez _ sabiendo al
instante que todo había sido una mala pesadilla en casa de la alcaldesa más aviesa
y corrupta del mundo_. Atendió por los altavoces de su compartimento, el
preferencial del Boeing que lo transportaba y que informaba al pasaje en
general.
Las palabras del sobrecargo las emitía para todos los pasajeros,
incluidos los más pijos y distinguidos, los “Bip”, que despertaban plácidamente
tras un largo vuelo.
_ Damas y caballeros en aproximadamente diez minutos
aterrizaremos en el aeropuerto. Permanezcan atentos a los avisos y no circulen por los
pasillos de la nave, vamos a comenzar las maniobras de aterrizaje y necesitamos
que todos ustedes estén sentados por motivos de seguridad. Muchas gracias.
Natalio una vez comenzó la voz a repetir en inglés aquello que ya
había manifestado dejó de atender al mensaje y volvió a precisar sobre en el
pesado sueño que le había ocupado su cabeza en los últimos instantes. Detalles
y pormenores, que había dispuesto sobre la mesa de sus responsables, para que
ellos decidieran si atendían las peticiones de la señora alcaldesa, o trataban
de entrar en el negocio, desde otros recursos, a nivel empresarial o
institucional saltándose a la hermosa Molondra y a su compañera.
Llegaron de inmediato; al
coqueto aeropuerto de Carlos Ciriani. Desde la cabina de pilotaje hicieron que
el descenso fuera un encanto y nadie se llevó aquel sobrecogimiento que siempre
atrapa cuando las ruedas de la nave impactan con la pista de planeo. Suspiros incluidos,
y las ruedas del gran Boeing rodaban por aquella traza larguísima que tiene el
aeródromo de Tacna.
Allí, en la sala especial de llegadas de gente importante, le
esperaba Ángel de la Rosa, su subordinado y a la vez yerno, que se había
quedado ultimando en la ciudad Peruana, todos los entresijos para llevar a cabo
la última representación de los lavabos más carismáticos del mundo. Además de
cuantos negocios paralelos tenía el bueno de Ángel, con sus otros socios para
emprender análisis en los temas tecnológicos de la Energía Solar y su Fuerza
combinada, estudios, arquitecturas y demás preámbulos que le ocupaban.
Natalio, llevaba las cosas muy claras, lo que debía emprender en
cuanto arribara a término. Entrevista con Ángel, que le esperaba para darle noticias de todo
cuanto había generado el Cósmico en la parte de Tacna, mientras ellos habían
viajado a Nicaragua, y las repercusiones que habían tenido en la zona. Contactos
con los industriales, búsqueda de lugar para el desarrollo de cuanto llevaba
implícito una escena tan magna, infraestructura de los alojos, detalles, y
demás puntos que debían estar atados en Perú, para cuando se dispusiera el
momento, hallarlos a punto.
Natalio Rupérez viajaba solo, había dejado en Managua, al
matrimonio de Jürgen y Angüela, que se vinieran por su cuenta, después de
apurar todo el disfrute que les había propinado la noche del Gallo más Gallo. Ellos
sin prisa, con su mentalidad alemana, dispondrían cuando quisieran volver hacia
el Perú, para continuar con la intendencia del Schissen Lecker.
El avión tomó tierra, y muy pronto descubrió a Ángel de la Rosa
que aguarda tranquilo a su futuro suegro y posible protector de sus negocios.
Dudaron en un principio al saludarse, pero se dieron un abrazo
fraternal, se estrecharon de forma efusiva y se preguntaron recíprocamente, el
qué y el cómo del viaje, de la duración y sobre el cansancio que se aguanta en
esos trances, asimismo no tardaron en abordar; lo que había sucedido tanto en
Managua, y Tacna.
Detalles de la cita del cósmico con la prensa Nica, que
comandado por parte de su colega Manuel García de la Serrana, tenía la certeza
había sido un éxito.
Lo mismo hizo Natalio con el joven; y lo sucedido en Tacna y
alrededores, en los días de ausencias de la jefatura y plana mayor de la firma
alemana y con los pocos cabos sueltos que habían quedado pendientes para la
gran puesta a punto del producto en Perú.
Se sentaron en uno de los reservados de aquella amplia sala, para
la gente ejecutiva, y pidieron un desayuno frugal a la vez que normal, con un
buen café para entrar en materia.
Natalio, frenando en su ímpetu al vendedor, abordó de inmediato
a Ángel, antes de que éste comenzara a desarrollar aquello que tantas veces
había ensayado y que a la par necesitaba. Departir sobre el ingenio combinado,
además de intentar ganarse su posicionamiento de hombre cabal con su suegro, y conseguir
con ello su confianza y que a su vez, pusiera el capital necesario para el
desarrollo del ingenio que amparaba.
_ Mira Ángel_ yo quería confesarte un detalle del que no me siento orgulloso. Como imagino
ya lo sabrás porque te habrá llegado a los oídos_ continuaba Natalio, hasta que
fue interrumpido por el joven_ Un momento Natalio, no siga dándome
explicaciones de su vida personal, veo que se ha dejado llevar por los
comentarios de estos cortos de mira, que vienen en la delegación_ paró Ángel
para tomar aire, mientras Natalio, le miraba expectante_ Es verdad que he oído alguna
cosa, algún detalle, de su meneo con la alemana y mire usted, pienso que estas
cosas, se dan si los dos lo quieren.
No me dirá que se arrepiente de haberle metido mano a una tía
tan grande y tan maciza, como es la Angelita ¡Vamos, sería la leche! O es que
tiene miedo que vaya con esa mierda y se lo cuente a su hija al llegar a
Zaragoza.
Pues no es mi norma. Usted ahora me cuenta lo que quiera, pero
que sepa que para mí es lo correcto lo que usted llevó a cabo. Jamás, en la
vida se le ha de negar a una mujer, una necesidad como esa; cuando pide sexo, no se le debe defraudar ni
avergonzar_ pausó la charla para pensar en lo que decía y emprender de nuevo
con su ideología_. También es verdad que hay formas de excusarse con ellas, por
miles de razones, generalmente todas provocadas por el miedo a las
consecuencias; que no te guste la señora, que no sea propicio por tu propia
vida sentimental, si es que has de ser infiel a tu pareja. ¿Quién va a buscar
leña al monte, cuando en casa tiene una estufa con gas que funciona a todo
trapo?
¡Por Dios! ¡Tío! _Frenó secamente su charla, por la inmediatez
de su falta de trato. Se detuvo, avergonzado y se disculpó_ ¡Perdone Natalio!,
me he pasado, no quería faltarle el respeto. Lo siento.
to be continued
Continuará
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