domingo, 24 de abril de 2016

Dia de la rosa y del libro - tradición -




Se viene celebrando desde tiempos, este día de abril en el calendario español. Sobretodo en los almanaques catalanes. Día 23 de abril; el veinte y tres del cuatro, como el dia de la:
"Rosa y del Libro"



También coincide con la fecha de la muerte y desaparición de Cervantes. Se cree fue el 22 de abril de 1616 en la ciudad de Madrid.  





Don MIguel de Cervantes Saavedra, está considerado la máxima figura de la literatura española y es universalmente conocido por haber escrito Don Quijote de la Mancha.






La tradición de esta fecha; es que el caballero, regale una rosa a la señora y ésta a su vez un libro al caballero. 





Se suele dar entre matrimonios, parejas, novios y amantes; pero también se regala entre aquellas personas que aprecias. Siendo mujer se le regala la rosa y si eres hombre recibes como obsequio un libro. 




Así que es normal, que un jefe o encargado de la oficina, regale rosas para todas sus empleadas y que el banquero de la caja de ahorros, de la esquina, ese dia ofrezca una flor a todas las clientas que se acercan a ingresar dinero. Aunque ese dispendio nos lo cargue en impuestos a todos los clientes.



Todo se ha comercializado y a todo se le ha dado un cariz crematístico. Esta entradilla, con datos y reflejos de los recuerdos propios; viene a cuento para poder explicar a lo que me he dedicado yo, en este día tan feriado. A parte de los obsequios de rosas y libros que uno suele hacer a aquellos que estimas, ya sean de un género u otro.




Pues como decía desde el inicio de la jornada he estado firmando mis propios libros en la Rambla de la Ciudad de la Cultura, por excelencia que no es otra que: Cornellá.




La Asociación de Poetas nos invitó desde hace bastantes meses a participar desde la orilla de la rambla, a ofrecer a cuantos transeúntes pasasen todos los libros, que nuestra sociedad cultural tiene en el mercado, así como aquellas novelas, ensayos, poemas y odas personales de todos los asociados de la asamblea cultural a la que pertenecemos.



Fue un día de cultura, donde lees "in situ" letras de tus compañeros, que las muestran al gran público y que dejan sobre los tableros y mesillas, con ese cuidado, como el que deposita algo tan estimado, como puede ser un derivado de tu esencia, de tu mismísima médula. Comentas con ellos de asuntos baladíes pero que en verdad, no lo son. 


No tienen nada de trivialidad, son perfumes y esencias de cada cual que evaporados, tropiezan con nuestro intelecto; pensamientos con su enjundia, que se regalan con el hecho de la pronunciación.





El día, la mañana fue maravillosa. Sol caliente que albergaba pura fuerza sensitiva, y los paseantes, salvaban a hurtadillas las miradas de los escritores, recorriendo con una prisa simulada frente a los expositores, con miedo a mirar sobre los estantes por si tropezaran con algo que les gustaría leer, pero que el poco atrevimiento, o quizás el excesivo precio de adquisición_, algunos trabajos, publicados por las grandes editoriales, es verdad que se pasan un poco y no todo el mundo puede comprarlos_, no les dejara ser ellos mismos.



Un placer añorado; el contacto con los asiduos, ese cariño de trato literario, esas explicaciones previas a la decisión de la compra, esa duda existencial, de ver que otros títulos también te los llevarías a casa para devorarlos con la lectura, hacen dubitativo el que sea, aquel trabajo que ya sostienen en las manos, el elegido.






A los componentes de Poetas de Cornellá, mi abrazo, mi reconocimiento y mi cariño, primero por compañeros, después por colegas y para rematar por ese calor que desprenden tan acogedor, que hace vibrar a menudo.



El presidente, como norma guardando y dando esplendor a lo que se realiza desde el seno de la sociedad poética literaria y aportando aquello que a nadie se le ocurre, la idea llevada a la práctica y hecha realidad. La ilusión plasmada en un recinto mínimo, el amparo de una persona dada a los demás. Un lujo nuestro prócer .

No podía faltar, y allí llegó con su impronta de buen lector, con su ilusión escondida detrás de los quehaceres diarios. Al "descuido con cuidado", para visitar a cada uno de los que había solicitado un punto de referencia en aquella rambla tan carismática. El Alcalde de la Ciudad de Cornellá, el señor Balmón, con su presencia y su afecto, nos deseó suerte y felicidad.



  






Fotos y texto: Emilio Moreno
Asociación Poetas de Cornellá

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