Se
cumple un año de su velatorio
Adiós,
se marchó sin ser un modelo
y
el último pecado del abuelo,
dar
un padecimiento vejatorio.
Todo
lo preparó en su repertorio,
disponiendo
a notario con desvelo
él, que aun quiso ser el reyezuelo
disfrutándoles,
desde el purgatorio.
Que
decepción más grandiosa tuvieron
todos
los buitres de la gran camada,
por
querer agarrar y no supieron
La
llamada fortuna aproximada,
aquella
que esperaban y sintieron,
perder,
una vez más por ser truncada
1 comentarios:
Significativo soneto, que de forma subliminal nos recuerda las guerras por recibir. Da que pensar, no en los que se van, sino en la avaricia de los que se quedan.
Publicar un comentario