jueves, 29 de octubre de 2015

Estas desnuda ¿verdad?




Viene del capítulo anterior: El estetoscopio del yesero



Entretanto en España, Demetria seguía con su estado de buena esperanza y aquella mañana quiso llamar a su amado; Ángel de la Rosa que llevaba unas fechas en la preciosa ciudad de Tacna. Muy cercana a la frontera con Chile y en la cual no parecía se lo estuviera pasando nada mal, mientras preparaba los entresijos de la demostración de wáter cósmico. Con sus coqueteos con Doña Glenda, y su secretaria la guapísima Rosalía.

La delegación de la Schissen Lecker había marchado al completo a ver y disfrutar de la “demo” en la capital Nicaragüense. Lo que dejaba desmarcado y solitario al comercial De la Rosa, gestionando cómodamente sus preparativos referentes al wáter cósmico y a sus negocios personales. Los que dimanaban de su proyecto internacional, un plan de negocio con futuro que afectaba a la energía solar y la fuerza combinada, que tanto porvenir les tenía que proveer. Asuntos de negocio y proyectos tecnológicos de alta competencia, eran los que tenían enfrascados a Ángel. Los cuales y gracias a sus apoyos y concursos tenía bastante bien encarrilados.

Hacía fechas que esperaba tener una conversación con su suegro don Natalio, padre de Demetria, y jefe de distribución del producto en la península ibérica, pero este parecía abducido tras haber tenido un culeo con Anguela Kronen Müller Ruiz, Delegada de comercialización general de la empresa a nivel europeo, y seducido por esta dama, durante una noche de copas, tocamientos y escaseces sexuales, evitaron ese encuentro, que además del putiferio desmedido, lo dejaron fuera de su responsabilidad.

El padre de Demetria, no sabía cómo afrontar este delicado asunto de faldas y retrasaba sus conversaciones con su futuro yerno creyendo que el tiempo limaría algo más las consecuencias que le derivó, tras el flirteo con la delegada de la firma y esposa de Jürgen Otto, el director y jefe del gabinete de ventas. 
           
Demetria tuvo mal presentimiento. Como si su venerado padre, ocultara algún asunto delicado que no le quería contar por no ponerla nerviosa dado su estado de gestación. Por ello la señorita Rupérez, llamaba alterada a su novio que suponía estaba en horas de descanso.
Ya que su padre no le quiso aclarar aquello que ella preguntaba sobre su amado, primero porque no se habían encontrado para ese menester, y segundo por el repentino viaje que se estableció para ir a Managua, pospuso para otro momento que suegro y yerno se entendieran como estaba previsto.

El número privado de Ángel sonó y no tardó nada en ponerse al aparato, conociendo Ángel, quien era el comunicante.
_ Hola cariño_ preguntó Ángel_, ¿dime cómo está? la mamá de mi futuro pequeñín
_ Besitos Ángel, menos mal que atiendes mi llamada, ¿podemos hablar cinco, minutillos?, ¡solo eso! Te lo prometo, sé que andas atareado pero quiero y además_ prosiguió en su pena_ ¡Estoy preocupada por papá!_ acalorada comentó_ He hablado con él para conocer si vosotros ya habías intercambiado opiniones y limado rozaduras. Si se había interesado por tus proyectos y me ha contestado con divagaciones y con un miserere, que no estoy hecha a que el metódico de mi padre, lo canturree como el que no le importa un pimiento_ siguió hablando Demetria, mientras Ángel escuchaba a su novia sin poder darle una explicación ya que no habían tenido tiempo de encontrarse.

_ Mira cariño, tu padre anda muy atareado ahora, en Nicaragua, se prevé que la demo de mi compañero Manolo se haga en pocos días y lo veo desmejorado, quizás le esté pasando factura el cambio de clima, de horario, de tantas cosas que debes dejarle que se reponga. Yo_ siguió expresando muy comprometido_, en cuanto se aclaren un poco las cosas y le tenga a tiro, aunque él, no se sienta capaz de afrontar la conversación. Seré yo_ te lo prometo cariño_ quien le hable y le disponga de cuanto debo decirle.

Intentó cambiar de tema Ángel y preguntó a su novia_: Dime guapa, como lo llevas, que tal va el pulgarcito que llevas en la tripa, ¿te da lata? o de momento ni te enteras.
_ Estoy contenta porque el doctor Gurría, me ha dicho que esta todo en su punto y que de momento no me preocupe, que siga la dieta que me indicó y así vamos, esperando que llegues tú y como no, también que llegue él, en perfecto estado Dios lo quiera_ comentó inspirando con resignación sus últimas palabras y esperando que Ángel le diera un empujón de alegría para seguir soportando aquella separación tan dura.

_ Me encantaría poder viajar a donde estas amor mío_, comentó ella_, pero el doctor me ha aconsejado que de viajes largos nada y menos a larga distancia con tantas horas de avión; por lo que esperaré a que se acabe esta esperanza tan pesada para ambos, porque ahora ya somos tres_ expuso con una mueca en los labios y una sonrisita sonora que no pudo contener_ ¿Qué tal va todo Ángel?_ Volvió a interrogar, sabiendo que algo había que no le decían y le preocupaba.

_ Demetria, va bien, pero siempre surgen cosas que son anómalas y que no sabes porque llegan. No creas yo también noto algo raro en el ambiente, desde que han llegado de España estos tres_ numeró despectivamente, dirigiéndose a la comitiva de directivos. A los tres jefazos_ A tu padre, le veo suspirar de inquietud, no está en su salsa el hombre, igual ha tenido algún lio con alguno de sus compañeros, ya sabes que entre ellos se juegan el prestigio y siempre andan con sus putadas. Sus envidias y sus objetivos_ comentó Ángel a Demetria entre dientes aclarándole un poco la situación desde su punto de vista, sin conocer de momento el vendedor, que su suegro había trasteado el jardín de Venus a la “frau”, o sea a la “mujer” aria en su propia suite, y a espaldas del marido.

_ La germánica, tiene más pelotas que el puchero de albóndigas del cuartel de la montaña de Barbastro_ Continuó definiendo Ángel_ Tremenda mujer madura, nada fea, muy beoda y más caliente que el palo de un churrero, siempre gruñendo por todo. Creo que se debe llevar a matar con su marido. Otro filtro para llevarle la contraria, no se ríe ni muda la cara ni siquiera cuando estornuda. Además de serio y feo da más miedo que una pedrada seca, y va tan rapado que se me representa aquellos comics de “Hazañas Bélicas” de cuando era niño. ¡Vamos que tiene pinta de nacional sindicalista!  El clásico espía mudo. No me gustaría tener deudas con este quijote teutón.

_ Cielo, no será para tanto, yo les he tratado y son serios pero son educados y sensibles_ añadió Demetria, no creyéndose lo que decía su novio.

_ ¡Lo que tú digas maña!, pero a nuestra boda no vienen. Eso te lo garantizo ¡jodo!

_ ¡Ay Ángel!, no me hagas reír que no son tan agrios como dices, ellos han pasado lo suyo y no creas; no es tan fácil olvidar los sufrimientos.

_ ¿Qué sabes algo más de ellos, que yo no conozca?
_ No es nada particular. Algún detalle ha comentado papá en casa sobre ellos nada agradable. De sus pasados en la guerra. Fueron niños sometidos. Ella en Lebensborn y él en las juventudes hitlerianas

_ ¡Lo ves!_ exclamó Ángel_, como les he visto el flequillo a los dos. Lo que te digo, ¡miedo dan! Ya me enteraré de más y te cuento mi niña. Ahora te dejo que debo atender unos asuntos de urgencia.

_ Un beso amor, llámame cuando puedas, espero tu comunicación, lo sabes.

_ No padezcas Demetria, pronto nos reímos juntos de todo esto. Llamo a tu padre más tarde y que me diga algo para dejarte tranquila. Te quiero maña, a ti y al gazapo. Se cortó la comunicación con el reparto de confidencias.





Cándido marcó el número del celular de Carla, siendo horas intempestivas, como cuando se produjo la llamada a la inversa, provocada por la mujer. Esperó los tonos necesarios a que levantaran el aparato y la voz adormilada de Carla, se escuchó proveniente por las ondas electromagnéticas.

_ ¡Bueno, que fue!_ Emitió con gran esfuerzo a la vez que se incorporaba desde el otro lado de la cama, para brindar una duda verbal y preguntar.

_ Carla, soy Cándido_ acreditó el comunicante algo nervioso, después de su sentencia_ ¡Estás al loro guapa!, soy aquel tipo, que sacaste de la cama, no hace nada y que le dijiste con tu aplomo femenino_ ¡No te rías de mí!, entre mil cosas más. ¿Recuerdas?

Carla seguía tabulando para reconstruir aquella conversación pasada, hasta que respondió tras enlazar todas aquellas frases dichas una tras otra, sin más descanso que la prisa y la madrugada _ ¡Sí! ¡Te recuerdo Cándido! ¿Que necesitas a estas horas de la madrugada?

_ Pues te necesito a ti, simplemente a ti, también me he despertado muy mojado como te ocurrió a ti y te he echado en falta. Has de perdonar mi falta de tacto por no creerte. Tampoco quiero cosas materiales tuyas Carla_ argumentaba Cándido, ya sin nervios_, pero quiero todas las que provengan de tu piel, de tu boca y de tu alma.

_ ¿Es muy tarde, no crees?_ Mantuvo la serenidad Carla, ya bien despierta y con ganas de probar al hombre que le decía aquellos piropos esperados por ella hacía tan solo unos días.

_ ¿Tú estás desnuda ahora verdad?

_ Duermo desnuda tanto que ahora no me hallo. Con tus palabras excitada.



continuará
to be continued....







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