lunes, 17 de febrero de 2014

Seísmo y amor


Se habían conocido gracias a las nuevas tecnologías, por las redes. Tanto Hugo como Nuria del signo Libra, jamás hubiesen imaginado coincidir ya que él, es un tipo raro, negado a todo lo que huele a progreso y ella una profesora chilena, muy seria que estaba educada a la usanza de los años cincuenta.
Hugo Fortunio un camarero de oficio, muy bien parecido y agradable no tenia suerte con los designios del cariño. A pesar de su semblante sereno y comedido para infundir seguridad, poseía cierta mala sombra con su existencia sentimental. Había salido de una relación un tanto problemática y ese devenir le hacía ser un tipo atosigado e infeliz que buscaba el relajo y afecto que no tenía. Escrutaba donde fuera para conseguir mitigar ese dolor que le proporcionaba su destino, que le abocaba en solitario a la desolación.

Una tarde sombría y desquiciante de esas que la desesperación ganaba terreno emocional, sin precisar el motivo de su acción, entró en un chat de música, para relajarse con los ritmos que le hechizaban y transportaban a otras latitudes, donde él;  cerrando sus ojos llegaba a encontrarse, liviano, doméstico y distraído.

Lugar de afecto y ritmo el hallado gracias a un compañero que se las sabía todas y hacía de alcahuete con sus vecinos. Donde pudo apreciar a los pocos minutos de recorrer sus páginas de devaneo, como los demás charlaban sobre discos, artistas y voces del momento, no sin dejar sus gracias y sus imperativos, sus ilusiones y sus ligazones. Fue cuando observó que Libra, le contestaba a sus preguntas y parecía entender mucho de la música romántica de uno de los mejores tríos que ha dado la música. Los Panchos, y seguía haciéndose eco de grupos de prestigio internacional: los Chalchaleros, La orquesta Matancera con su gran estrella a la cabeza. La magnífica Celia Cruz y tantos otros.
Tanto fue así, que simpatizaron y se intercambiaron sus direcciones de correo, sus teléfonos y sus aficiones musicales, haciendo a partir de ahí, de sus ratos de asueto un contacto sin tacto que les proporcionaba a ellos, un modo de escapar de la rutina de los baches emocionales y de los recuerdos caducados.

Los días iban devanándose uno tras otro y la costumbre de escucharse, en llamadas telefónicas, de leerse en notas escuetas mal escritas, en sms mensajeros furtivos, hizo de aquello una costumbre agraciada para ambos. La relación se iba practicando, no sin llegar a perder los papeles y dejarlo todo por algo que en la distancia parecía ser ideal.

Aquel día 14 de febrero, comunicaron como era habitual, sin saber que algo acechaba en sus vidas que les haría una herida profunda sin modo de recuperar. Dejando en la memoria de Libra y en el protocolo de su charla, todas y cada una de las frases que le había pronunciado en su última sesión de contacto.

Libra comenta
Bueno, si lo pensamos así jajá no eres lo mejor para mi
Hugo dice
Lo se...que no soy lo mejor. Eso lo sabía sin que me lo apuntaras trato de ser amigo, solo eso
Libra comenta
¡Ay!, ya sabes a que me refiero
Hugo dice
Pues, no lo sé, pero tampoco quiero hacerte creer algo que no pueda cumplir En fin...que sepas que me encantas
Libra comenta
Bueno, no quiero que nos entrampemos en cosas que no serán claras. ¡Sí! deseo tu amistad
Hugo dice
No…no lo haremos no se me ocurrirá nunca atascarme en temas imposibles.
Libra comenta
Eso me llena de gusto. Hablar un ratito contigo me es muy grato
Hugo dice
Ese sentimiento es el que has de tener presente no quiero  ....ni hacerme pesado solo saber
 de vez en cuando que estas bien Y además aprovechar el instante para
FELICITARTE por el día 15 día de tu CUMPLE
Libra comenta
Ahora me encuentro muy feliz



¡Sí! La felicitó con todo el gusto, primero por San Valentín y después por su inminente cumple años. Quedando en volver a encontrarse mediante sus conexiones en un par de semanas, puesto que ella, profesora de escuela, en ese tiempo libraba unos días para ir a Chillán, una población cercana y poder celebrar el día de San Valentín, con sus allegados, ya que Libra por su condición de profesora se guardaba mucho las formas y no se le conocían aventuras.

Iba a celebrarlo al Gran Hotel Riquelme de Chillán, uno de los lugares más solicitados por las parejas. Frente a la plaza de Armas de aquella ciudad.



Nadie podía imaginar aquella brusca interrupción que se iba a producir de inmediato. Primero en el sistema, después en la fuerza eléctrica, y por último en sus vidas. De aquel sábado 27 del mes de febrero del año 2011.

Conectados tan ricamente Nuria libra y Hugo, chateando desde su equipo informático, de su relación  incipiente, de sus coincidencias y de su futuro incierto.

Libra comenta
Contenta de lo que Dios me regala cada día. Lo demás no se sabe si vendrá   …jajá tú
si eres  de esta partecita , muy secreta de mi pero casi no nos conocemos
Hugo dice
Poco a poco, aunque no me dejes apartado... me caes sumamente estupenda
Libra comenta
Jajá sabes, que cuando me llamaste, estaba en horario de cole y no puedo
contestarte con el relajo que quisiera
Hugo dice
Si no podías atenderme, no haber levantado el teléfono
Libra comenta
¡Ya!  Tú eres secreto para mi entorno.  
Hugo dice
¿Yo soy secreto?, para ¿Quién? Tus amigos Tú no eres secreto para mi
Libra comenta
Jajá   …jajá nada de promesas
Hugo dice
¿?

_ ¡Nuria que pasa!, se ha cortado la conexión_ Notó Hugo sin imaginar ningún peligro acechante para su amiga. Dejando la charla y volviendo a la realidad diaria.

Nuria Libra desde Chillán a unos 470 km de Santiago de Chile y Hugo desde la provincia de Castellón en Fredes. Con la diferencia horaria, entre los dos mundos, la distancia física entre almas y cuerpos, aquellas personas, festejaban su relación y atracción, hasta que la naturaleza dijo ¡Basta ya!

En el profundo del mar chileno, se ubicó el epicentro, frente a las localidades de Curanipe y  Cobquecura en la región del Biobio chileno, a unos 150 kilómetros al noroeste de Concepción.



Cuando la línea se interrumpió, no dio tiempo a nada más que taparse la cabeza, por los cascotes que caían desde el techo, los edificios temblaban, el asfalto de las calles se abría, la cañerías de las tuberías reventaban y se establecía el más horrible de los caos.



Nuria quedó en la penumbra más absoluta, sin saber que ocurría, con aquel movimiento salvaje, que desolaría al país al completo.

Hugo al otro lado de la línea a miles de kilómetros de distancia respondiendo a nadie algo referido sobre las promesas.
Terremoto de una intensidad de 8,8 en la escala de Richter, que se dejo sentir pasadas las diez de la noche. Las dos de la madrugada en España.

Imposible por parte de Hugo, hablar con nadie que conociese a Nuria, la del signo Libra, que un buen día conoció desde un intento de disfrutar de buena música, que comenzaban a tratarse y a gustarse, cuando un seísmo brutal los dejó en la oscuridad completa. El teléfono celular de Nuria, dejó automáticamente de funcionar, de recibir llamadas y de poder hacerlas.

Pasaron los meses, con la rutina de siempre. Chile iba recuperando el pulso, más de medio centenar de muertos, ciudades arrasadas por completo.
Hugo no perdía la paciencia y de vez en cuando iba tratando de hacerse con noticias de aquella ilusión que se decía llamar Nuria. Hasta ahí sabía, y un teléfono mudo que no daba señales de activo.

A Nuria, imposible hallarla. Se la había tragado la tierra.

¡Nunca mejor explicitado!


Aquel mes de mayo del año 2010, se celebraba el Primero de Mayo en sábado, fiesta del Trabajo en el país, relajo total y descanso a gogó. 

Hugo, no había logrado recomponer su situación emocional todavía, cuando distraído en el mismo punto musical, observó fugazmente a alguien con el signo de Libra, accedía a las esferas del chat.

Seguirá….     To be continued


1 comentarios:

Anónimo dijo...

QUE HISTORIA MAS BONITA. NIKITTA.

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