sábado, 28 de septiembre de 2013

El seseo y la aliteración



Se levantó de su silla, la más segura, la situada en la segunda fila y se dirigió al estrado para pronunciar ante toda la Sede su sentida opinión sobre su amigo y con servidumbre adujo:


El seseo del estable y seguro
Segismundo Serrate,
ofrece serios titubeos
en su pronuncio.

Siendo además tartamudo de ocasión,
superó la timidez que le seducía
separando su deficiencia del arte.
Componiendo letras y comparsas deliciosas.

Estando en la cumbre del arte
y de la música con substancia,
Paco Senante, aseguró
de pro ese ritmo sensual.

Sedujo con sus serenatas
a la señorita Serena Segovia
la sensitiva sirena del ritmo sefardí
en lindos escenarios de Tenerife.

Liando al pronunciar
eses por zetas y ces por eses,
suplantando al ritmo vocal su
ruido sensual de dicción.

Una vez pronunciado el discurso, hubo un gran silencio, solicitó la venia a sus Señorías; salió del pupitre de los senadores, miró al cielo y mientras se dirigía a ocupar en la segunda fila su escaño; comentó:¡ tenías mucho seso! Segismundo Serrate. 


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