Si no estás de acuerdo
descifra el punto de
vista.
No critiques tan a prisa,
aquello que tu imaginas.
A cualquiera saca defecto,
aunque nada tenga que ver.
Ese asunto no te atañe,
reprochas, sin conocer.
Es maña y pericia gastada,
querer siempre criticar.
Aquello que hacen otros,
malversarlo por detrás.
¿Ellos son casi perfectos?
No hay casi nada fatal.
Lo que hagamos los
vulgares.
¡Sin dudar; estará mal!
Entre la envidia y el
decoro,
existe un límite digno.
Que rabia le da a esta
gente,
el éxito del vecino.
Todo el mundo no es igual.
Gracias al Dios
justiciero.
¿Te gustaría ser normal?
¡Inténtalo! Sé más sincero.
A veces vemos la cola,
a los necios criticones.
Aunque por delante pongan,
gesto de pulcros bribones.
Padecen mucho y se
afectan,
por la envidia que les da.
Ver al afín radiante,
sin esa causalidad.
Detectan la brizna en mi
ojo.
En el suyo, no tendrán,
si se fijaran verían.
¡Qué feo!, su malestar.
La murmuración y los celos,
la mano se pueden dar.
Son dos conceptos
hermanos,
que andan por un igual
Proverbios hablan y dicen
todo se podrá soportar.
Otra cosa son los actos,
las injurias obraran.
Reprocha amigo; ¡critícame!
Déjame vivir en paz.
Igual no te ves la joroba.
¡Imposible de alisar!
1 comentarios:
Muy buena y con mucha verdad en ella
Saludos
Amparo
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