martes, 21 de agosto de 2012

El parto de la abuela




__ Con estos calores es imposible poder pensar, entiéndeme, pensar en aquello que merece un cierto esfuerzo, un añadido a lo normal, a lo que se desenlaza de la sutileza del recuerdo __. Decía aquella rubia de bote con escote de princesa.


__ No creí que este verano fuese tan duro, y riguroso en cuanto al calor, aunque quieras concentrarte en algo divino, el tórrido ambiente, te descentra y te lleva por otros derroteros. Ni ganas de hacer manitas tenemos, te fijas __. Adujo, el caduco marido, que conducía aquel viejo Chevrolet por la carretera, que lleva a Can Copet.


__ Pues, la novela la hemos de entregar, finalizando este mes, vamos a ver cómo nos las arreglamos para poder cumplir con la editorial, más aún con Xuse, que es el que ha dado la cara por nosotros y nos ha adelantado algo de dinero para poder venir a pasar estas vacaciones __, dejó caer Xaro con desprecio.

__ Tan jodidos estamos de pasta, que has tenido que pedir un anticipo a ese mindundi de Xuse. O es que como siempre, te estás quejando por todo. ¡Te lo ha dado sin pedirlo, para hacerte callar! y no escucharte, en otro de tantos episodios de quejumbre que te dan __. Intentó ridiculizarla Joan, con un tono más que desquiciante.

__ Tú, como todo lo ves bien y no te preocupas por nada, __ apuntó Xaro, __ que si no fuese por mí, no sé donde estaríamos.
No quieres entender, pero estoy harta ya de tanta mandanga, me dan ganas de mandarlo todo a la mierda, incluyéndote a ti.



__ ¿Y por qué no lo haces? Igual todos salíamos ganando, porque a veces, como bien dices, el tolerarte es algo que se escapa de la normalidad. No quieres darte cuenta, pero siempre, te quejas por todo y de todo, ya es un soportar cansino. Cuando no estás enferma por esto, estás dolida por lo otro, cuando no te levantas con buen pié, no dejas títere con cabeza y comprenderás que ya me cansas.


__ Ve a hacer gárgaras, que cuando sea el momento, no me temblará la mano, ni el poder de decisión, las cosas comienzan a estar muy claras y veo que el soportarnos, es cosa ya de costumbre. ¡Lleva cuidado y mira a la carretera! que aún te vas a tragar este ciclista, que no puede con su alma y cree que aun está joven para circular por este caminucho.


__ ¿Te has despertado bien esta mañana? o sigues teniendo esa jaqueca, que no nos deja avanzar en el capítulo que espera paciente, para darle carpetazo a la novela. 

__ He tenido una pesadilla muy cargante, he soñado con mi madre, ¡pobre!  Ahora en estos días se cumple la fecha de su ida. La he visto como si la tuviese cerca, y la he asistido toda la noche en su parto. ¡Sí! parece mentira, pero ha parido un par de niños muy raros, tan espeluznantes que tenían un color muy extraño. No podría decirte el matiz, porque lo he visto claro y no hay coloración que se asemeje al que su piel arrugada lucía. 

__ ¡Xaro!  Tu madre, la mujer, cuando murió pasaba de los 90 años, no me dirás que ha parido siendo una bisabuela, te la habrás imaginado, a ella, pero cuando tenía menos edad, en sus años verdes, en su juventud, cuando las carnes las tuvo prietas. Hace un mundo. 

__ ¡Que no! Aunque no me creas, ¡Joder, escucha! La he visto, parir ahora de vieja, desnaturalizada, las mujeres siempre hemos dado a luz tumbadas, bocarriba, “patas arriba”, para permitir a los médicos una visión perfecta y un buen acceso a la hora del nacimiento.  

Estaba en  posición vertical, completamente desnuda, tan abuela, con sus pellejos y sus carnes colgando, imagino que de esta manera el canal del parto es más corto, los huesos de la pelvis pueden abrirse y estando tumbada no, y el bebé se ayuda de la fuerza de la gravedad que, curiosamente, ejerce una atracción similar a la caída libre.  Escarranchada, ya te digo un parto horrible y descabellado, los niños tenían media cabeza negra y la otra mitad blanca, y el color de su piel, ni lo sé, muy raro. Tanto que me he despertado muy sobresaltada, cuando me los han puesto encima de mi pecho para que yo les diera de mamar.

Mi madre, ya no tiene tetas para lactarlos.


__ Ni tu tampoco, o es que te crees una mocita.
Los próximos que cumplas serán cincuenta y nueve, o es que no te das cuenta, que ya somos de la tercera fase. Igual por eso siempre tienes tan mal genio, ahora me explico muchas cosas, que no tenían cordura.



3 comentarios:

Anónimo dijo...

Buena la narración "El parto de la abuela". Imaginativa y con nudo suficiente para una novela de más longitud. Con solo haber ampliado el diálogo de los personajes, que has perfilado magistralmente, y haber introducido en él algo más conceptual y con lenguaje más propio de personas intelectuales, podrías haber redondeado un relado de más envergadura. Muy concentrado y ágil, ¡¡sí señor!!.

Un abrazo. José.

Anónimo dijo...

Muy buen relato, me mantuvo en suspenso hasta llegar al desenlace, que en mi opinión debió haber sido trabajado un poco más.

Baltazar Peña

mariomanuel dijo...

como siempre querido amigo lindo relato con esa cargada mistura de comentarios que por cierto gozamos los lectores es que de verdad estoy muy contento y sigue regalandonos todo ello un abrazo desde peru city tu amigo mariomanuel

Publicar un comentario