Esta salida a
Reus prometía ser buena, por la cultura que tiene esa ciudad dedicada al
diseño, arquitectura, cocina, y la industria. Práctica comerciante, tratamiento
del fruto seco. Una población con arraigo y tradición, edificios coloniales de
aquellos catalanes que fueron a hacer las “Américas” y volvieron atesorados a
su tierra. Donde ubicaron sus haciendas y según el capital acaudalado y
propiedades plantaban en sus jardines una o dos palmeras. Indicativo de
bienestar y de prosperidad.
Ahora esas
lujosas mansiones, transformadas muchas de ellas en oficinas oficiales del
ayuntamiento, y esos palacetes Modernistas en museos o casas de cultura para el
disfrute del pueblo. Palacio Bofarull es la sede del Conservatorio, Palacio de
los Marqueses de Tamarit, ahora centro de lectura pública, el antiguo edificio
del Banco de España, hoy transformado y actual Museo de Salvador Vila Seca,
Casa Rull antiguo museo del General Prim, sede del Instituto Municipal de
Cultura.
Ciudad cuna de
insignes personajes: Agustina de Aragón nacida en Reus y bautizada en Barcelona,
Gaudí el arquitecto mundialmente conocido. Mariano Fortuny, pintor excelso.
El General Joan
Prim i Prats, militar y hombre de estado, famoso por sus acciones en las guerras
carlistas.
Joaquin María
Batrina, poeta bilingüe, autor dramático. Entre otros muchos pintores, hombres
de bien y artistas que dentro de sus facetas han enaltecido el nombre de Reus,
por doquier.
Calles
perfectamente pertrechadas y con sabor al siglo XIX, daban a primeras horas de
la mañana su bienvenida con ese descaro mágico que poseen las bellas urbes, recién
despertadas.
En el Museo
dedicado a Gaudí, en la plaza del Mercadal, pudimos disfrutar de casi todo lo
relativo al ilustre arquitecto, ideas, fotos, bocetos, anotaciones, grabados, esbozos
y planos que bien conservados permanecen en esa institución para el deleite de
los visitantes e interesados.
El día de
paseo fue fenomenal, un sol que quiso estar en segundo plano, para que los
turistas gozaran sin sudar demasiado, de los encantos físicos de Reus. Ya el
desayuno había sido de pronóstico, en los salones del hotel. Ganándonos el buen
sabor, de unas muestras de embutidos y de unas tortillas sabrosas de patatas y
cebolla que acompañaban su peregrinación entre la garganta y el estómago, con
un vinito negro de la zona que dejaba en el paladar un sabor delicado.
Paseo obligado
entre las calles del barrio antiguo, en muchos rincones detalles magníficos de
esa arquitectura afamada, estatuas conmemorativas a los distintos hijos de la
ciudad, para que la memoria no flaquee jamás y siempre sean recordados.
Recorrido distraído
y alegre acompañados de los buenos amigos que se suman a estas excursiones
variopintas, donde cada cual aporta lo mejor de su humor, lo reconfortante de
su comprensión y lo ideal del afecto y compañerismo.
Haciendo un sumando de las
ganas de vivir de cada cual, con los encantos de un éxodo corto y agradable,
sin olvidar esa cocina la tarraconense que es de tan agradable sensacional y
mediterránea.
Ciudad flamante,
la llamada
Reus
cuna de
insignes personajes
cita de ilustres
intérpretes.
Serena,
grácil mediterránea,
espera a las
gentes foráneas,
otorgando su
historia sincera,
su cultura,
arquitectura y ganas.
Reus,
Valderrobres, New York.
Baix Camp,
Terrra Alta y Matarraña.
Rutas que debes
visitar,
por tanta
belleza que entrañan.
El vermut
corto y ligero,
el típico de
Reus,
chorrito del
llamado Plim,
entra que ni
me entero.
Comer con
los ojos ¡Espera!
La hora del
almuerzo ¡Llega!
Vayamos a
buscar el plato,
con marcha
ligera.
En el hotel
nos brindan,
Bandeja de fideuá, ¡Entera!
para
degustarla, solo queda
hambre y estar
frente a ella.
La bebida típica de Reus, es el Plim,
una mezcla de frutas, que unidas al vermut, es el zumo oficial de las fiestas
en esta ciudad
0 comentarios:
Publicar un comentario