lunes, 28 de mayo de 2012

Descalza, sin nada

Trufas heladas de temporada,
tómalas pronto, son mermelada,
es propaganda de enamorada.
La gusta la joven, la cata la yaya,
no te imaginas el gusto a bananas,
lo dan esos frutos recién levantada.
Pelando la pava de tan buena gana.

Déjate libre, suéltate toda
inspira ese aire que lleva a la gloria,
cierra los ojos, cumple los sueños,
deja que llegue por fin sin empeños.
Ese que oscila en tu mecanismo,
lo estás esperando, no es misticismo.
Fluctúa y ondea ¡Ese es tu tipo!

Paladea muy quieta, succiona,
absorbe con lengua famélica,
el agrio emboque de jadeos deformes.
Los que apeteces en tus horas tercias,
esos que fogosa ceden y te merman.
Cierra los ojos, abre una brecha
adonde penetre, tu dicha regia.

Nada es verdad, todo se truca
hasta se acaba la pasión turca.
Deja que fluya, suavidad pura,
de no pedir nada, todo conculca.
Finges amor, es una burla,
borrachera que te abunda,
sin duda, fogosidad mayúscula.

Acosas tendida en tu lona manchada,
esperas que llegue la pesadilla amarga.
Desnuda demoras, descalza, sin nada,
te sientes envuelta en la madrugada.
Ardientes tus pechos, rezuman la nada,
tu piel muy pringosa, gelatina, guayaba.
El reloj no detiene y tú poco amada.

Descorcha el deseo con la brisa helada,
tras esas esperas que son muy pesadas.
La cabeza no para, por especular fracasa,
solo son reflejos, cábala infundada.
Otra vuelta a la almohada,
aunque cierres los ojos,
el sueño se espanta y aun no estás mojada.

Sola reincides, conmoción sagrada,
son venerables tus ocultas ansias.
Intuyes el gusto de ser conquistada,
solo disfrutada por el calor de las sábanas.
Dale otro minuto, para llegar al alba
necesitas con urgencia, estar asaltada.
Solo te hace falta. La culminación codiciada.  




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