miércoles, 28 de marzo de 2012

La afonía del sonido


Con los ojos te tiento,
imposible palpar tus adentros,
agrada el imaginar.
Adivino, arrimo imperfecto.

Te observo con mis manos,
las que harto resisto y embauco.
Negando caricias al cuerpo raro,
¡Qué falsedad!  ¡Así me engaño!

Percibo congoja en tu piel,
derramas narcótico amargo.
Simulas sentirte fiel,
a pesar del cruel letargo.

Alejados por los sueños,
no aguanto las distancias.
Soy arrastrado sin gracia,
abrazado a mi añoranza.

Aquel viento sin memoria,
olvidó promesas y glorias.
Extirpó de las entrañas
la invalidez de la historia.

Mi vacuidad es insípida,
tanto que no se percibe.
Deja que el río desborde,
miserias que no concibes.

Áridos sentidos carentes,
descubro la afonía del sonido.
Atracción insolente prima,
dentro del marco admitido.

Vuelven a oír mis manos,
mis ojos alcanzan la verdad.
Sé que imposible, no consta.
Aun y que no volverás.

Tiempo ya no me colma,
su falta ya es muy constante.
Gastado en mil maniobras,
el atardecer oculta el sobrante.

Por los ojos sospeché,
que buscabas con olfato.
Paladeo los sentidos y,
todo el sabor en tus labios.

0 comentarios:

Publicar un comentario