lunes, 5 de diciembre de 2011

Virgitanos y celtíberos


Este sábado día 3 de diciembre 2011, la comida anual que celebran los amigos de Berja ha sido festejada desde el restaurante La Trocha, donde todos los comensales han disfrutado del placer de comer, beber y reír a discreción.

El relato no ha de ser como el de todos los años, déjenme que les cuente:



Amigo volviste a venir
a la llamada del plato,
ese que nos sirven harto
y que no renunciaremos
a pesar que estemos llenos
de risas, pan y sustrato.

De todos sitios llegados,
nos juntamos sin chistar,
andaluces, catalanes,
de la Mancha
del Roncal,
los de Berja a
la izquierda,
los demás si quieren juerga
se la tienen que ganar.

Madrileños, salmantinos,
de Valencia de Don Juan,
los murcianos cada año
nos sorprenden más y más,
con sus gracias pertinentes
se hacen dueños del local.

De Almería mayoría,
Mediterráneo nuestro mar,
con ellos comparto mis días
para que voy a contar.



Castellanos, leoneses,
asturianos,
con la sidra en el morral,
su morriña la trasladan
por encima del diván,
levantinos, extremeños,
con cariño fraternal,
todos juntos levantemos
esos vasos rebosantes.
¡Sintamos nuestra amistad! 

Virgitanos, samboyanos
de Beninar, muchos más
como ríen condenados,
vaya abrazos que se dan.

Se conoce son amigos,
son personas como tal,
que gusto verles riendo,
alegría sin dudar.

Abogados, leguleyos,
repartidores del gas,
chapuceros, jubilados,
encargados y demás.





Financieros, empleados,
de la hacienda el mayoral,
funcionarios, jefecillos
que presumen además,
de sus rentas muy loables
¡Lo mejor es ahorrar!

Disfrazamos las excusas,
en dulzura, quedaran,
no se rompa la cordura,
siguiendo la vida en paz.

Tengamos más risa audaz
y sintamos felizmente,
esa amistad del presente
pueda durar y durar. 


No permita estar ausente,
en esa comida excelente,
acompañen a mi gente,
y con ellos disfrutar.

Una dicha que sorprende
año tras año, se entiende
en fechas de  Navidad.

El restaurante la Trocha
les ofrece deleitar,
con su menú pertinente
para que puedan gozar,
mientras comen todos juntos
esas delicias del mar,
o esas carnes tan sabrosas,
llegadas del buen corral.

Los entrantes serán cuatro
distribuidos sin más,
platillos de buen gusto
para dejar de esperar.

Canelones gratinados
en su punto bechamel,
chúpese usted los dedos
que yo le sigo después.

Una ensalada apaisada,
mixta le llaman aquí,
échele mucho picante
luego excítese a mil.




Piña con jamón al horno,
puchero para los dioses,
másquela con mucho agrado
que luego vendrán las poses.

Sopa de picadillo,
es un plato muy nutriente,
tan sabroso y suculento,
que deja huella en los dientes.

De segundo gustaremos
si usted así lo prefiere,
este menú de la carta
que ahora le pongo enfrente.



Codillo de jamón al horno,
cocinado con mondongo
es un beso una ilusión
en el estómago lo pongo.

Butifarra con all i oli
menuda farra del cuerpo,
si toda la meto dentro,
no sé como irá el invento.

Bacalao a la vizcaína,
es un plato, una delicia
por ser manduca  del mar,
cátelo  en este momento,
seguro repetirá.

Bistec de carne ternera,
deleite de buen corral,
buena chicha, que chuleta
que nos vamos a alcanzar,
buen provecho si la comes
te vas a quedar en paz.



Rebaña el hueso,
apura el plato,
bebiendo el vino,
concluye el vaso.

Que buen momento,
estoy pasando,
mi amigo Juancho
está cantando.

Aquí a un lado
está Florina,
la muy hambrienta
se está pasando.

Como disfrutan del todo,
nadie se entera de nada,
el ruido, atormenta el tímpano,
ya llegará la calma

En la mesa los encuentras,
son aliados perennes,
todos con sus alicientes
son mis amigos,
¡Qué suerte! 

Lo ocurrido fue más o menos lo explicitado en las líneas de arriba. Aproximadamente setenta personas, pudieron reencontrarse, algunas hacía muchos años, ni se veían ni se llamaban, otras ciertamente tienen costumbre de visitarse y relacionarse. Al restaurante, las gracias por la acogida  y sobre todo la atención dispensada sin mencionar lo suculento, a los organizadores un abrazo. Su seguro servidor: 

Aquí lo dejo lector,
que me sigues en destino,
espero no haber sido espino,
ni cardo de otro costal,
solo intentaba contar
como fue la otra tarde,
de comidas y demás.

La crónica de la alegría
entre colegas y amigos,
aprovechando que llega
este mes la Navidad.

No sea que el año próximo
no podamos disfrutar
por aquellas cosas del destino
que no dejan de pasar.


Agradecer a mis amigos
los que quiero de verdad.
Juan José, Eduardo y Sebastián
Paco, Juan, Eusebio, José
y al hijo de don Jonás,
que sepan que le agradezco
su amistad sin parangón,
a Dios elevo mis rezos
para que tengan vigor,
trabajo muy poco reclamo
y ninguno es gandul,
tan solo ruego cosas terrenas,
sobre todo la salud.

Y para usted que me lee,
por norma o casualidad,
desde la carta, desde su acomodo
en su ciudad.
también quiero enviarle
mi abrazo, mi respeto y amistad,
agradecer su comentario,
gracias por todo y por aguantar,
a este cronista que solo quiere agradar.


1 comentarios:

Jazmín dijo...

Muy bonito Emilio.

Saludos.Isabel Mª

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